Colón y la ultraderecha española


TONI AYALA (texto y foto)

Catalunya vuelve a estar en el centro de la política española (si es que alguna vez no lo ha estado). En la pugna por ver quién araña más votos en la derecha, se convoca una manifestación en Madrid para exigir elecciones al socialista Pedro Sánchez por dialogar con el Govern de la Generalitat, que fue elegido democráticamente en las urnas.

Como en una competición atlética, cuando un corredor marca un récord mundial, siempre acaba habiendo otro que lo bate y que lo sustituye en el palmarés. Por eso, cuando Ciudadanos y PP juegan entre ellos por llevarse los votos de la derecha se encuentran con que les sale Vox y les gana en eso de la ‘unidad de España’. Pero, además, a Vox también le salen competidores, que le llevan ventaja en aquello de erigirse en más españoles que ninguno, como La Falange y compañía.

Así es como el escenario político de la derecha se ha ido trasladando poco a poco hacia la ultraderecha (como se ha visto en los resultados electorales en Andalucía) y como, ahora, aunque parezca mentira, se está trasladando de la ultraderecha a la ultra-ultra-derecha.

Como dice el chiste, si siguen así, se van a salir de la foto de tanto moverse a la derecha.

PP y Ciudadanos se han dado cuenta. Una cosa es tragar con Vox y otra es tener que tragar con La Falange. Pero, en política, si hay votos de por medio, se traga lo que sea, aunque luego uno se pueda atragantar y tenga que vomitar (ni que sea, en privado).

Para intentar parar el golpe, PP y Ciudadanos han intentado desmarcarse de los grupos llamados ‘ultras’. Estamos hablando de Hogar Social, España 2000, La Falange y Democracia Nacional, que se han adherido “sin ser invitados” a la manifestación. La expresión tiene gracia, porque, en democracia, no hace falta que nadie te invite a una manifestación. No es como ir a cenar a casa de alguien, sino que estamos hablando del espacio público.

En este sentido, si estos grupos “ultras” van a la manifestación es porque piensan lo mismo que PP y Cs y Vox, al menos, en el fondo de la cuestión de la “unidad de España”. Y, como manifestarse es un derecho constitucional, pues allí van. Y ni PP ni Cs, por muchos comunicados que emitan, pueden evitar que La Falange se manifieste con ellos. Estarán juntos o revueltos, pero estarán.

“Serán bienvenidas a la concentración todas aquellas personas que defiendan la Constitución, nuestra democracia y el respeto a las leyes democráticas”, dice el comunicado, y añade: “Por ello rechazamos la presencia de aquellos grupos que no defiendan los valores democráticos y de convivencia”.

Muy bien, es lo mismo que se empezó a decir de Vox y ahora ocupan parte del Parlamento andaluz y con un pacto de gobierno con PP y Cs. De aquí a dos días, ¿podríamos llegar a ver a La Falange en otro acuerdo similar?

Llama la atención, también, que la manifestación se haya convocado en la plaza Colón. No es una elección gratuita, puesto que tiene reminiscencias al llamado ‘descubridor’ de América, Cristóbal Colón, y a todo lo que representa la gloriosa Hispanidad, que, finalmente, perdió hasta Gibraltar.

La Fiesta Nacional

No hay que olvidar que, cada 12 de Octubre, se celebra el Día de la Hispanidad y que, antiguamente, se llamaba el Día de la Raza. Hoy hay muchas corrientes que niegan que los conquistadores españoles perpetraran un genocidio en las tierras americanas que cristianizaron. Se dice, en su defensa, que los pobres indígenas no murieron sobre todo a cañonazos, sino a causa de las enfermedades que trajeron con ellos los españoles. Hay quien pudiera pensar que eso es una versión medieval de la moderna ‘guerra química’. Pero, que cada uno saque sus propias conclusiones.

La realidad es que PP y Ciudadanos se van a manifestar con Vox y todos ellos con Hogar Social, que reparte comida a personas necesitadas siempre que sean españolas. En realidad, será como una Fiesta de la Hispanidad alternativa, como si el 12 de Octubre se hubiera avanzado en el calendario.

Es interesante que Hogar Social haya llamado a manifestarse para defender la unidad de España “frente a los patriotas de pulserita y cuenta en el extranjero”. Cuidado con este mensaje, porque, entre la derecha y/o ultraderecha, llueven las tortas.

Por su parte, La Falange convoca a la concentración en Colón, “a pesar de la presencia del PP y Cs”, que “no son de fiar”.

En la manifestación de Madrid, también asistirá Manuel Valls, el ex-primer ministro francés con raíces socialistas y que ahora aspira a la alcaldía de Barcelona. Hará algo así como el juego de la oca, que tiro porque me toca, ya que irá del Monument a Colom a la plaza Colón.

Ante todo este movimiento de empujones electorales entre la derecha y la ultraderecha y la ultra-ultra-derecha en Madrid, los barceloneses que quiere vivir y trabajar en paz y libertad en Barcelona, desde muy pequeños, se continúan preguntando:

“¿Hacia dónde señala el dedo de la estatua de Colón de la Rambla?”