El escaparate de Vox
TONI AYALA (texto y foto)
Se mire por donde se mire, hay un gran beneficiado del juicio del Procés: Vox. La jugada le ha salido perfecta al partido de Santiago Abascal. Y, si a Pedro Sánchez se le ocurre finalmente convocar elecciones anticipadas, aún le podría salir mejor.
El escaparate que Vox tiene en esta causa contra el independentismo, seguida minuto a minuto por todos y cada uno de los medios de comunicación, es inmenso. Es la mejor y más barata campaña electoral de la historia.
Sin duda, todo le viene de cara al partido de ultraderecha. Se une a una manifestación en la plaza de Colón para reclamar elecciones anticipadas a Pedro Sánchez y, va, y el PSOE deja caer que igual las convoca en abril. No solo eso. Aunque vayan 45.000 personas a la concentración de Madrid, para PP y Ciudadanos es un fracaso, pero, para Vox, ese número de concentrados no lo es, puesto que no viene de arriba, sino de abajo. No necesita una demostración más grande de fuerza. De momento…
La fecha del inicio del juicio del Procés le ha venido también como anillo al dedo. Allí tiene a dos abogados de la acusación, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, y el vicesecretario jurídico, Pedro Fernández. No van a dejar escapar la oportunidad de que su discurso político se haga notar de cara a los votantes conservadores y ultraconservadores.
PP y Cs, por mucho dinero que puedan invertir en propaganda electoral, nunca llegarán a tener un escenario tan envidiable para hacer llegar sus mensajes a sus votantes.
Es importante este detalle, puesto que Vox, en teoría, no podría participar en debates electorales de candidatos en medios públicos, ya que aún no tiene representación en el Congreso. Tampoco pudo en Andalucía y sacó un gran resultado electoral. Imagínense lo que podría pasar en unas elecciones generales en medio del juicio del Procés, con Vox saliendo cada día en los medios.
La Fiscalía del Tribunal Supremo, la Abogacía General del Estado y Vox son las tres acusaciones personadas en el juicio del Procés. Pero, de entre las tres, la del partido de ultraderecha es la más dura contra los 12 independentistas encausados.
El ministerio público sostiene que hubo rebelión y la Abogacía sedición, pero Vox va siempre más allá y solo para Oriol Junqueras pide 74 años de cárcel.
Una de las denuncias de las defensas es que estamos ante un juicio político. Si no lo es, nos podríamos preguntar: ¿Por qué hay un partido político que puede disputar unas próximas elecciones generales como parte de la acusación? Y, si lo es, también nos podríamos preguntar: ¿Es lícito que un partido con intereses políticos más allá de los estrictamente judiciales ejerza de acusación en este juicio?
El expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, uno de los 12 procesados del Procés, afirmó desde la prisión de Lledoners: “No contestaré a Vox en el juicio, no les haré la campaña”. Pero, para el partido de Abascal, ya todo está hecho. Ya es demasiado tarde. Ha sido la jugada perfecta. Si nadie contesta a sus preguntas, para ellos da lo mismo. El discurso lo harán igual e incluso, de cara a sus votantes, quedará reforzado.
En el PSOE siguen con el globo sonda del adelanto electoral. PP y Cs se ven gobernando ya con el apoyo de Vox, no porque ellos vayan a sacar un buen resultado, sino porque Vox está en una posición inmejorable para hacer que sume el mismo tripartito de derechas que ha propiciado el cambio en Andalucía.
Igual que ejercer un cargo público conlleva una serie de incompatibilidades, está claro que competir en unas elecciones también debería comportar lo mismo, sobre todo, cuando se está jugando con la vida de 12 personas y sus familias. Si Pedro Sánchez avanza los comicios, contribuirá a potenciar la campaña de Vox.
La derecha se frota las manos, porque, gracias al juicio del Procés pueden matar dos pájaros de un tiro: uno, si se condena a los políticos independentistas; otro, llegar a la Moncloa, desbancando a la izquierda, de la mano del escaparate de los abogados de Vox en este mediático proceso judicial.
¿Es o no es un juicio político? O, ¿es o no es un juicio politizado?