La batalla del Senado


TONI AYALA (textos)

En la mayoría de los países democráticos, los senadores son electos por sus ciudadanos. En España, los senadores gozan de una serie de prerrogativas, como la inviolabilidad o la inmunidad. Pueden presentar enmiendas y propuestas de veto, por ejemplo, como ocurre con la ley de Presupuestos Generales.

Seguramente, el Senado nunca antes había tenido tanto protagonismo mediático en España como a raíz del Procés independentista catalán. Esto es así porque, cuando los senadores votaron a favor de aplicar el artículo 155 e intervenir las instituciones catalanas, los españoles se dieron cuenta que quizás esta Cámara servía para algo.

Más recientemente, se ha hablado mucho de que Pedro Sánchez no pudo sacar adelante los Presupuestos en el Congreso, por lo que habría convocado las elecciones, pero aún lo hubiera tenido más crudo en el Senado, dominado por el PP.

Efectivamente, el Partido Popular ha conservado la mayoría absoluta en el Senado desde 2011 y, en las últimas elecciones, aumentó su dominio hasta obtener 144 escaños gracias a la suma de sus senadores de designación autonómica.

Esto sucede sobre todo porque, cuando los votantes acuden a las elecciones, muchos electores deciden dejar en blanco la papeleta salmón del Senado, considerando que es algo sin importancia.

En cierta manera, los españoles han visto a los senadores como una especie de políticos vividores, que nadie sabe bien qué hacen o si hacen algo realmente. También se le ha visto como un cementerio de elefantes, como un retiro plácido para dirigentes que están en los últimos años de su carrera.

De vez en cuando salen a la luz noticias que incitan a pensar estas cosas. El Senado gastó el primer trimestre del año 2017 casi un 25% más en desplazamientos de senadores que durante el mismo periodo de 2016. En total, la Cámara Alta empleó en esos tres meses 792.792 euros, lo que supuso la mitad de todo lo que se dedicó en 2016 en ese concepto. El gasto de mantener a los senadores es un tema recurrente.

¿Por qué cuándo hay elecciones generales nadie pregunta en las encuestas por a quién votarás para el Senado? Ya hace tiempo que se debate una reforma de una Cámara que muchos consideran inútil y a la que nadie hace caso.

Pero, esta vez, los líderes políticos en precampaña se están apresurando a poner el Senado en boca de todos, básicamente, porque PP, Ciudadanos y Vox necesitarían tener mayoría absoluta en esta Cámara para poder aplicar el artículo 155 otra vez en Catalunya.

Seguramente, por primera vez en la historia de la España post-franquista, la batalla por el Senado se antoja igual o más dura que la del control del Congreso. Y, por primer vez, parece que se incita a los votantes a acordarse de ello cuando acudan a las urnas el 28 de abril.

Eso sí, ¿servirá todo esto para reabrir el debate de una reforma en serio de esta Cámara para que represente más y mejor a la ciudadanía?