Del Dragon Khan al Giradabo


TONI AYALA (texto y foto)

Quien más quien menos se acordará de cuando el político catalán Joan Carretero hizo famosa su comparación del primer gobierno Tripartito del president Pasqual Maragall con el Dragon Khan, por entonces la atracción estrella del parque temático Port Aventura.

Carretero era conseller de la Generalitat en aquel Govern encabezado por el PSC y arropado por ERC e ICV-EUiA. Ante los continuos sobresaltos, el conseller de Governació i Administracions Públiques aludió a esta comparativa para ejemplificar que gobernar en aquel momento era como estar montado en una montaña rusa.

A partir de entonces, muchas veces se ha utilizado el término “Dragon Khan” para definir a la política catalana. Hoy en día, como no podía ser de otra manera, el símil también sirve. Ahora bien, tras la reciente accidentada investidura de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya se están produciendo los primeros movimientos que auguran un mandato movido. No será un Dragon Khan, sino más bien una noria, como la del Tibidabo.

Es por ello que queda oficialmente inaugurada la política municipal del Giradabo en la capital catalana.

La noria ha empezado a rodar. Veamos los primeros movimientos.

Manuel Valls (1)

La presencia del ex-primer ministro de Francia (entre 2014 y 2016) en el Ajuntament barcelonés recuerda mucho a la figura de otros políticos que, un poco, pasaban por allí cuando ejercieron de concejales, por ejemplo, Joan Laporta, ex-presidente del FC Barcelona. Resulta que el también ex-ministro de Interior francés hizo alcaldesa a Colau pese a que en la campaña electoral afirmó que él era claramente el antídoto para evitar que volvieran a gobernar los Comuns. Aquí, el Giradabo ya hizo una primera pirueta, pero, la noria ha vuelto a girar cuando, una vez conseguida la vara de alcaldesa, la líder de BComú ha vuelto a colocar el lazo amarillo en el balcón del Ajuntament. Gira y gira el Giradabo para Valls, quien quería evitar un alcalde independentista y, de momento, ya le han colocado en la fachada del Ajuntament el símbolo que pide la libertad de “los políticos y líderes sociales presos”.

Manuel Valls y Ciudadanos (2)

La Ejecutiva de Ciudadanos, el partido que lidera Albert Rivera, ha roto su relación con Manuel Valls después de que él y dos de los concejales independientes del grupo municipal –Celestino Corbacho y Eva Parera- votaran a favor el sábado de la investidura de Ada Colau como alcaldesa. Según Inés Arrimadas (Cs), los tres concejales de Ciudadanos tendrán una voz “propia e individualizada” en el Consistorio. Gira y gira, de nuevo, el Giradabo, aunque, aparentemente, hay mucho de postureo político en esta decisión, puesto que en Ciudadanos ya sabían de antemano que Valls votaría por Colau (¿por qué no rompieron relaciones antes, entonces?). Curiosamente, como ya quedó claro en su intervención -en palabra y formas- de Valls durante el acto de investidura, al ex-mandatario francés le puede ir de perlas quitarse cualquier cadena que aún le atase a Ciudadanos. Parece claro que Valls es más un espíritu libre, pero, también, es muy posible que su supervivencia política pase ahora por acercarse más y más al PSC. No en vano tiene muchos años de militancia en el Partido Socialista de Francia. En cualquier caso, de producirse este movimiento, el Giradabo volvería a girar y a girar y a girar de nuevo.

Ada Colau

A nadie le puede sorprender que la alcaldesa haya decidido, de buenas a primeras, colocar el lazo amarillo otra vez en el balcón del Ajuntament. Lo ha hecho con la oposición de su socio, el PSC, con lo que el Giradabo ha vuelto a girar y a girar. Pero, los Comuns necesitan hacer movimientos ahora en ese sentido después de haber retenido el poder gracias a Valls, quien, no olvidemos, participó en la manifestación de la Plaza de Colón de Madrid, donde estaban Vox y compañía. Gira y gira el Giradabo.

Jaume Collboni

El líder del PSC va a lo suyo. Se puede decir que, aparentemente, ha conseguido tener la sartén por el mango. Y veremos cómo se traduce eso a nivel de otros cargos “colaterales”, como la presidencia de la codiciada Diputació de Barcelona. En buena medida se va a poner a prueba su capacidad para mirar para otro lado cuando la alcaldesa Colau haga movimientos como los del lazo amarillo (ya rompieron peras en el anterior mandato por este tipo de cuestiones). Y es que la noria del Giradabo girará y girará cada vez más en las próximas semanas y meses.

ERC y JxCat

Los partidos independentistas estaban -y están- muy cabreados porque Ernest Maragall (ERC) no había conseguido la Alcaldía. Se la tenían (y tienen) jurada a Colau, pero resulta que la alcaldesa ha tenido la habilidad de colarles un primer acuerdo al cual no podían negarse. Y es que Colau ha contado con el aval de una mayoría amplia para restituir el lazo amarillo, que fue retirado por orden de la Junta Electoral durante la campaña. Los grupos de BComú, ERC y JxCat se han mostrado de acuerdo y PSC, Barcelona pel Canvi-Cs y PP han expresado su oposición. Así, 25 ediles son favorables y 16 contrarios. Dicho de otra manera, Comuns e independentistas han pasado de protagonizar un bochornoso espectáculo en la Plaça de Sant Jaume la tarde de la investidura a ponerse de acuerdo tan solo dos días después. Y ya tenemos, otra vez, la noria del Tibidabo girando y girando con la ciudad a sus pies.

… Y gira y gira el Giradabo y mucho, muchísimo más, girará…