Alien, el octavo pasajero


TONI AYALA (texto)

La última encuesta del CIS antes de las elecciones generales del 28 de abril viene a confirmar lo que ya dibujó hace unos días el sondeo del CEO en Catalunya.

Por un lado, Pedro Sánchez (PSOE) ganará y, cuando lo haga, tendrá que elegir entre pactar con los nacionalistas o intentar un extraño acuerdo con Ciudadanos, puesto que sería aliarse con la derecha que se manifestó contra él en Colón. Pero, en política española, todo es posible. Todo ello, si al final, no sonara la campana y solo le bastara con aliarse con Podemos.

Por otro lado, el aznarismo que acabó con Rajoy corre el riesgo de finiquitar definitivamente el PP, puesto que más de derechas que Vox ya no lo van a ser nunca, por mucho que se esfuerce Pablo Casado o cualquier otro. Esto mismo sucede con Ciudadanos que, tal como también apuntó el CEO, se desinflaría totalmente en Catalunya a favor del PSC.

Y, por último, ERC puede ganar la batalla de los independentistas a JxCat. Esquerra puede ganar por primera vez unas elecciones generales en Catalunya y, de paso, por primera vez, un partido independentista puede vencer en los comicios que deciden los diputados catalanes en el Congreso. Si fuera así, el mensaje que se lanzaría al resto de España sería más que claro (para quien quiera verlo, claro)

Si, al final, es así, la moraleja para Pedro Sánchez está clara: puede optar por decantarse por Cs -si quisiera Ciudadanos, claro- y contentar a los barones socialistas o puede escuchar a la mayoría de la sociedad catalana, que habría optado por avalar un pacto ERC-PSOE, puesto que pueden ser las dos fuerzas mayoritarias en estas elecciones generales en Catalunya.

Ahora bien, tanto la encuesta del CIS como la del CEO nos advierten de que aún hay tres aliens en la política española.

Primer Alien: José María Aznar. Cuando dejó la presidencia del Gobierno español, Aznar no se fue, sino que se quedó germinando dentro del aparato ejecutivo de España. Si bien Mariano Rajoy quiso marcar perfil propio, ha sido precisamente él quien, al final, ha acabado pagando por los errores cometidos por el PP hace una década, cuando la operación desintegración del nuevo Estatut catalán acabó por desembocar en el actual conflicto independentista. Pero, como Aznar era un alien, nunca se fue. Y, al final, el Octavo Pasajero ha acabado por eclosionar: primero, colocando a Pablo Casado al frente del PP; segundo, sembrando de aznarismo al Ciudadanos de Albert Rivera; y, tercero, haciendo guiños al discurso ultraderechista de Vox.

Segundo Alien: Felipe González. El megabarón del PSOE, con permiso de Alfonso Guerra, dinamitó el último Gobierno de Pedro Sánchez. Entre él y el tripartito de derechas le abonaron el terreno para adelantar estas elecciones. El episodio fallido del “relator” para ayudar a fomentar el diálogo con los nacionalistas catalanes fue la excusa perfecta de los barones socialistas para demostrar que Pedro Sánchez aún tiene un alien dentro. Solo una victoria electoral incontestable el 28-A podría ayudar al actual líder del PSOE a quitárselo de encima definitivamente. Pero, para ello, deberá aprender de los errores de Rajoy y no dejar que González vuelva a ser su Aznar.

Tercer Alien. Carles Puigdemont. El expresident (fugado para unos; exiliado para otros) puede ver cómo pierde su estrella desde que venciera en las últimas elecciones autonómicas catalanas. Una de las razones es que, hoy en día, la ciudadanía de Catalunya no sabe a ciencia cierta qué hace el Govern de la Generalitat. Han cambiado tanto de consellers en tan poco tiempo que ni siquiera casi nadie puede identificar quién es quién en el Govern. Además, Quim Torra asume todo el desgaste de imagen, mientras los miembros del Govern de ERC pasan desapercibidos. El último ejemplo lo hemos tenido cuando el juzgado número 13 de Barcelona ha cerrado la instrucción de la macrocausa sobre la preparación del referéndum del 1-O y ha dictado auto de procesamiento contra 32 personas. Torra ha salido a hacer una declaración institucional de rechazo, pero lo ha hecho solo, mientras que el vicepresident, Pere Aragonès, aparece en televisión haciendo declaraciones desde la sede de Esquerra Republicana. No es lo mismo, ni mucho menos. Sin duda, Torra es uno de los presidentes de la Generalitat que ha tenido que ejercer el cargo en momentos más difíciles, pero, con la sombra de la figura de Carles Puigdemont y con la poca destreza de gobierno demostrada, está consiguiendo que JxCat vaya camino de pegarse un buen tortazo electoral. Y, de paso, quizás de aquí nazca otro partido político…

Por último, es evidente que, por encima de todo, las encuestas del CIS y del CEO demuestran que el electorado ha decidido ser, sobre todo, práctico.

La única duda que queda es si, cuando pasen las elecciones, el nuevo presidente del Gobierno español será, también, práctico, o volverá a sucumbir a algún otro alien.